
Independiente arrancó mal y nunca logró acomodarse. En la primera jugada del partido, Merlo se lo perdió mano a mano ante Rey. A los 14 minutos, Garayalde exigió al arquero del Rojo y en el rebote, Torres estrelló la pelota en el palo.
Gimnasia abrió el marcador a los 23 minutos con un cabezazo de Suso tras un córner. El Rojo apenas respondió con un remate desviado de Montiel y un cabezazo sin fuerza de Ávalos.
Sobre el final del primer tiempo, ambos equipos convirtieron, pero el VAR intervino para anularlos: primero fue Loyola para Independiente, pero Mazzantti estaba adelantado; luego Panaro marcó para el Lobo, pero también en posición fuera de juego. Cierre polémico en el Bosque.
En el complemento, Independiente se adelantó unos metros y mostró una leve mejoría, pero sin claridad ni peso ofensivo. A los 11 minutos, el Lobo volvió a llegar con peligro: un remate dentro del área pegó en el palo con Rey ya vencido. Cada ataque de Gimnasia generaba sensación de gol, mientras el Rojo ofrecía respuestas aisladas y sin profundidad.
Más tarde, Pussetto falló una chance muy clara dentro del área y sobre el final tuvo otra aún más nítida, tras una bajada de Ávalos: remató de frente al arco y la pelota dio en el poste. Fue la más clara del Rojo en todo el partido.
Vaccari movió el banco pero no encontró respuestas. El equipo mostró algunos chispazos, sobre todo por derecha con Leo Godoy, pero le faltó precisión en los metros finales y solidez en el retroceso.
El equipo suma apenas un punto de nueve posibles y preocupa: no convierte, no encuentra circulación y sigue cometiendo errores graves en defensa. El próximo partido será clave para cortar esta mala racha y recuperar la confianza.